Dedicamos una hora a la visita del Complejo Deportivo en la que descubrimos las distintas instalaciones desde un punto de vista arquitectónico. Muy interesante (sistemas de iluminación de las canchas, características de los pavimentos, seguridad,...); pero lo más: los entresijos de la piscina (calderas, sistema de acondicionamiento y deshumidificación del aire, y planta de tratamiento del agua). ¡Asombroso! No pensábamos que una piscina fuese algo tan complicado y costoso de mantener.
La segunda hora estuvo dedicada a la escalada en el Rocódromo de la Calzada. Allí, con arneses y cuerdas remontamos varias vías de distinta dificultad. José fue nuestro monitor y quien nos explicó las técnicas de este deporte. Lo que nos inspiró temor al principio, enseguida se convirtió en un reto a superar.
Una experiencia estupenda