Dedicamos una hora a la visita del Complejo Deportivo de La Calzada en la que descubrimos las distintas instalaciones desde un punto de vista arquitectónico. Muy interesante (sistemas de iluminación de las canchas, características de los pavimentos, seguridad,...); pero lo más: los entresijos de la piscina (calderas, sistema de acondicionamiento y deshumidificación del aire, y planta de tratamiento del agua). ¡Asombroso! No pensábamos que una piscina fuese algo tan complicado y costoso de mantener.
La segunda hora estuvo dedicada a la escalada en el Rocódromo. Allí, con arneses y cuerdas remontamos varias vías de distinta dificultad. Nuestro monitor nos explicó las técnicas de este deporte. Lo que nos inspiró temor al principio, enseguida se convirtió en un reto a superar.
Una experiencia estupenda